Te ha pasado que esperas algo y estas muy emocionada y sientes que ya es tuyo, todo marcha bien, pero… por alguna razón no se cumple. No consigues el trabajo, no te compran la casa, tu pareja te deja, se te arruina el carro y no puedes llegar al festival para el cual ahorraste por 10 meses. ¿Te ha pasado? Escríbeme en los comentarios cuál ha sido tu corazón roto.
Básicamente es una tremenda decepción que hace que tu ego empieza a gritar todas las cosas que hiciste mal y que “nunca” van a pasar. Te sientes destrozada y necesitas ayuda emocional, pero muchas veces solo consideramos que el duelo se siente cuando una persona fallece.
Tenemos nuestro momento de duelo cuando nos decepcionamos. Es normal, esta bien y no te tienes que juzgar. Te voy a dar una opción para sentir tus emociones, aunque sean difíciles para no acarrear el pasado a tu futuro.
Primero tienes que reconocer que algo te hizo sentir mal. Las emociones no son malas ni buenas, sino más bien un indicador que te dice que parte de tu mundo emocional necesita atención.
Segundo, tienes que respirar. ¡Respira profundamente 10 veces! Te tomará un minuto y medio y te cambiará la vida. Respirar profundamente relaja tu sistema nervioso y activa la parte lógica de tu cerebro.
Tercero, agarra tu diario y escribe a qué le tienes miedo. Porque la desilusión y el corazón roto son sinónimos de miedo. Tienes miedo a estar sola, a sentirte estancada, a quedarte sin dinero, a ser diferente. Escribelo, sacalo de ti.
Cuarto, identifica a tu ego en lo que escribiste. El ego ama las catástrofes, hacerte sentir una víctima y habla en absolutos, como “nunca tendré trabajo”, “jamás encontraré un buen hombre”…
Quinto, ponle nombre a tu ego. Yo le llamo Ego, como el de Ratatouille. Porque me recuerda que yo no soy mis miedos, no soy mi ego. Al separarte de tu ego encuentras que es una voz a la que puedes dejar de escuchar. Así ya no tendrá poder sobre ti.
Sexto, perdónate por juzgarte y esperar que nunca te sientas mal.
Séptimo, escoge qué paso dar, cómo solucionar lo que pasó. No importa el tamaño del paso. Solo lo tienes que dar.
Recuerda respirar, tus miedos en su mayoría están en tu mente, así que calma tu sistema nervioso para tomar decisiones inteligentes. El poder de cambiar tu vida está en ti no en las circunstancias en las que estás ahora.
Prioriza tu felicidad, Kiriosa.