Te enojas porque una mujer es “mas bonita” que tu. Te molesta que ella haya viajado y tu no. Te saca de quicio que ella sacó mejor calificación en el exámen que tu. Te cae re mal que ella tenga mas dinero que tú. Te desagrada porque tu crush quiere con ella pero no contigo.
Pero… ¿Porqué?
Los celos son un síntoma. Un síntoma de tu falta de valía y aceptación propia. Acompáñame un momento y ponte curiosa del significado de tus emociones.
Algo no salió bien, las cosas no están pasando exactamente como tú quieres que pasen. La frustración, enojo y decepción que sientes es a lo que le llamo CONTROL EXTERNO. Básicamente son las personas, el mundo y el tiempo que no puedes controlar. Tu no puedes controlar a nadie más que a ti, nadie es responsable de tu felicidad más que tu. Pierdes el tiempo tan preciado que tienes preocupandote, quejandote y degradando tu calidad de vida con pensamientos destructivos. El mundo estará lleno de cosas que salen mal, pero tu tienes la posibilidad de salir adelante.
Cuando vives en tu CONTROL EXTERNO vivirás infeliz.
Ahora revisemos el CONTROL INTERNO. Cuando estás pasando por un mal momento es la oportunidad perfecta para cuestionarte en qué estás pensando.
Pregúntate:
-¿Tengo una expectativa realista de la situación?
– Si este fuera el último día de mi vida, ¿me gustaría vivirlo así?
Tu puedes controlar en que decides enfocarte, en pensamientos que te alejan de tus metas y plenitud o en pensamientos que te hagan feliz. Cuestiona tus pensamientos, porque tu no eres tus pensamientos, eres en que decides enfocarte. Observa sin juicios si prefieres enfocarte en pensamientos destructivos y pregúntate porque.
La próxima vez que te den celos de alguien, pregúntate a ti misma, ¿cómo esta emoción me puede hacer mejor persona? La vida está llena de maestras, pero no las verás hasta que estés lista.
Por tu felicidad radica,
Kiriosa.
