¿Comerías fruta podrida? Entonces, ¿por qué te enfocas en pensamientos podridos?

Nosotras las latinoamericanas conocemos muy bien los mercados. Aquí en mi ciudad hay un mercado que se llama “La Democracia”, o cuando vas en bus, “La Demo”. Es un tipo de mercado dónde consigues de todo, desde verduras, hasta ropa. Es ruidoso y un poco sucio, hay mucha gente y las tiendas están construidas sobre las banquetas. ¡Me encanta! Cuando paso por “La Demo”, siempre hay bocinas por todos lados tocando música diferente. 

¿Puedes escuchar dos canciones a la vez? Yo no. 

Y pensé qué… tengo que escoger una canción a la vez. Es así como también tengo que escoger lo que pienso y en lo que me enfoco. Entonces, ¿qué escojo? ¿Qué escoges tú?  

Vamos por la vida quejándonos de la política, del trabajo, del cuerpo, de los hombres, criticando a otras, contándonos chismes que en nuestra mente no hay lugar para cosas buenas. 

Cada vez que escogemos criticar o resentir o estar enojada con alguien es como que si escogieramos las frutas y verduras pasadas en el mercado para comerlas.  Para después, ¿qué? Enfermarnos. 

Todas queremos felicidad, seguridad y sentirnos bien. Si queremos felicidad, seguridad y sentirnos bien, tenemos que escoger en que nos enfocamos. Porque cuando nos enfocamos en todo lo malo NO HAY ESPACIO PARA LO BUENO. 

Con esto no quiero decir que ignoremos lo malo, sino que reconozcamos lo malo y hagamos algo al respecto.  Para luego volver a enfocarnos en todo lo bueno que está pasando ahora. 

Y tú, ¿vas a comer frutas y verduras pasadas o buenas? 

Kiriosa