A todos nos pasa, nos preocupamos… La preocupación es un natural para los humanos en cantidades pequeñas. Es lo que nos hace repasar un poquito más para el exámen del día siguiente, es lo que nos hace no exponernos a peligro y a volver a revisar la presentación de negocios para exponerla al día siguiente. Es cuando nos preocupamos por todo y pareciera que todo el tiempo cuando no es saludable.
¿Por qué nos preocupamos? Estamos escuchando a nuestro diálogo interno tóxico y no vemos lo que pasa con lógica. El diálogo interno es lo que nos hablamos a nosotras mismas. Todo el tiempo estamos pensando algo. ¿Pero qué pensamos?
Nos dejamos llevar y terminamos imaginándonos un escenario ficticio donde todo sale mal y nosotras queremos resolverlo. Nos enseñan que preocuparnos es señal que algo o alguien nos importa y que mientras más nos preocupemos más estamos expresando nuestro amor e interés. Esto es mentira. Porque cuando te preocupas no puedes dar atención o amor de calidad. Tu juicio está nublado con miedo. Cuando tienes miedo pones a tu mente en un estado de supervivencia donde huyes o peleas. Este estado está diseñado en nuestra mente para sobrevivir a una situación difícil y peligrosa, no para vivir así todo el tiempo.
El miedo no nos crea felicidad, la decisión de entender nuestra preocupación si.
La preocupación es un mal hábito. No hay nada malo contigo, tu no eres una mala persona por preocuparte. Solo tienes un mal hábito. Estos son los pasos para que puedas dejar de preocuparte.
- Pregúntate: ¿Son mis pensamientos verdaderos? Cada vez que te preocupes, pregúntate si tu preocupación tiene fundamentos, si tienes evidencia afirmando que tu preocupación es verídica. La mayoría del tiempo son solo fantasías que escogemos ponerle nuestra atención y energía.
- Pregúntate: ¿Son mis pensamientos absolutos? Escucha a la voz de tu preocupación y pregúntale si la situación que te imaginas es completamente la única opción que tu tienes y es una ley que tienes que seguir.
- Perdónate a tí misma por escoger pensamientos llenos de miedo y escoge un pensamiento positivo y real. Recuerda, no eres una mala persona por pensar catástrofes, solo tienes un mal hábito.
Al seguir estos pasos con constancia y por unas tres a seis semanas vas a ver un gran cambio en tu manera de ver al mundo. Dedícale tiempo a tu salud mental, mereces vivir feliz, no preocupada.
Prioriza tu felicidad,
Kiriosa.